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Mostrando entradas de 2022

La Calaverita

  Pues ahí iba un señor con su pequeña hija por las flores y la fruta para hacer la ofrenda a sus difuntos. El día era soleado pero con un viento frío, característico del otoño. Como cada año, en día de muertos el mercado crecía y crecía y se formaba un tianguis impresionante ya que muchos campesinos llevaban sus productos a vender y mucha gente iba a surtirse de sus cosas; y ahí iban, comprando flores de cempasúchitl con ese hermoso y brillante color naranja que tanto las caracteriza, unas calaveritas de azúcar llenas de color y con una variedad de nombres tan extensa como diversa, nombres como Susana, Juan Manuel, Román, Rosalí y muchos más, veladoras de diversos tamaños que como bien sabemos ayudan a las almas a encontrar de regreso el camino a casa. También se alcanzaba a ver la fruta y el papel picado de colores. Está demás decir que se percibía un aroma intenso a copal que definitivamente no podía faltar en el altar de día de muertos. Tanto el padre como la hija iban admiran

La clase

  — ¿Qué hacías en mi casa hijo de la chingada? — ¿En su casa? — Sí, este botón es de tu pinche camisa de puto. — Démelo. — Lo que te voy a dar son unos putazos por estar de culero en mi casa. Lo tenía bien agarrado, así como su señora lo tuvo cuando lo sedujo en los lavaderos y tomó la virginidad de Florencio. Todos en la unidad decían que era gay, sólo porque practicaba danza clásica, hasta sus amigos con los que echaba cascara, pensaban eso y luego le gritaban “¡PUTO o MARICÓN!” Florencio, no era gay, simplemente le gustaba bailar y lo hacía muy bien y en las fiestas así se divertía. Doña Zoraida, pensaba que tal vez ese chico no era mariquita y a veces se daba su taco de ojo cuando lo veía, un cuerpo perfecto, atlético, nada parecido al del panzón de su esposo, le gustaba, además de que es raro ver a un adolescente de 17 años haciendo sus propios quehaceres, así que un día se animó hacerle la plática, y lo agarró lavando una camisa de tela muy fina t

Ley seca

 Te recuerdo, Pablo, la calle estaba sucia, desolada, ibas a la vinatería que está en la avenida por un pomo, al llegar con ese sentimiento de alegría, porque tenías tu primer sueldo e ibas a celebrar por tener trabajo después de mucho tiempo.  Te llevaste una sorpresa: "Hay ley seca, joven, hoy no se vende alcohol". 

Carta a mi abuelita

Carta a mi abuelita ¡Hola, abuelita! Ayer, la maestra, Sue, nos dejó de tarea que recordáramos algo o a alguien, y yo quise recordarte a ti para contarte que hago mermeladas. Dice mi hermana que tú sabías hacer dulces cristalizados de chilacayote, calabaza, camotes, higos, de esos dulces que ya casi no se comen porque han sido desplazados por otros nuevos. Bueno, yo lo que te quiero contar es cómo elaboro la mermelada de fresa. Compro un kilo de fresas, las lavo y las limpio, las dejo escurrir, después la pico y las pongo en un bol, es un traste como una bandeja, le agrego medio kilo de azúcar y la dejo reposar por una hora; después la echo a la olla, es un pequeño cazo de cobre que estaba ahí abandonado, esperando a que lo ocupara. Lo pongo a fuego medio, la flama no muy alta, y ahí estoy como 40 minutos cuidando que no se queme. Se me olvidaba, también le agrego el jugo de dos limones. Me dijo una chef que el jugo es la pectina natural, no sé qué sea, pero es la pectina, es l

Radio Bemba

Era la última semana que tenían para poder ir a clases casi como quisieran, porque les dijeron que iban a la escuela, no a un desfile de modas, y les habían pedido a sus padres que mandaran a los jóvenes con ropa cómoda y decente -¿a saber a qué se referían con decente?-  Estrella ya no sabía qué ponerse, se cambiaba varias veces. Que la blusa no combinaba con los zapatos, que los jeans y la chamarra no iban con la blusa. Hacía varias combinaciones y se preguntaba ¿por qué los chicos solo agarran una playera, unos jeans que les duran toda la semana y se van así? A ella le gustaba cómo se iba su hermana a la universidad sin el uniforme que ella odiaba; otros tres años más y serían 15 años de su vida uniformada. Varios de sus compañeros ya tenían un estilo. A ella le agradó mucho cómo Panuncio, uno de sus compañeros que venían de la sierra a estudiar al CETIS, porque era una de las pocas opciones para cursar el bachillerato, no olvidaba su cotorina, una chamarra regional que forma

La guardia (El vouyer)

 La guardia (El vouyer) ¿Ya viste a la nueva guardia?, Ya, está muy guapa, guapa y buenísima, sí, es toda una MILF, sí, a mi me gusta como se le ve su uniforme, muy elegante, muy seria, si a mi también, bueno, vamos apurarnos. A cada rato que paso es sólo para verla, me gusta como se le ve la falda, porque tiene un culito rico, pues es toda una MILF, pero que decir de su pecho, se ve que tiene unas tetas bien ricas, lástima que no pueda venir con escote, pero no lo necesita esa chica, esa mujer es hermosa, bueno, aquí sólo soy un intendente, pero que buen regalo me dieron, que ella me reciba con un lindo saludo y su sonrisa, me imagino como se ha de vestir, con ropa interior sexy, lencería fina de esa de las revistas, sus medias, y después como se va poniendo su uniforme tapando su escultural cuerpo, y cuando llega a su casa, ¿cómo se desvestirá?, ¿le ayudará su pareja o ella sola de una forma muy sensual frente a su espejo?, creo que ha de ser así, sola, viéndose al espejo, de co