Radio Bemba


Era la última semana que tenían para poder ir a clases casi como quisieran, porque les dijeron que iban a la escuela, no a un desfile de modas, y les habían pedido a sus padres que mandaran a los jóvenes con ropa cómoda y decente -¿a saber a qué se referían con decente?- 

Estrella ya no sabía qué ponerse, se cambiaba varias veces. Que la blusa no combinaba con los zapatos, que los jeans y la chamarra no iban con la blusa. Hacía varias combinaciones y se preguntaba ¿por qué los chicos solo agarran una playera, unos jeans que les duran toda la semana y se van así? A ella le gustaba cómo se iba su hermana a la universidad sin el uniforme que ella odiaba; otros tres años más y serían 15 años de su vida uniformada.


Varios de sus compañeros ya tenían un estilo. A ella le agradó mucho cómo Panuncio, uno de sus compañeros que venían de la sierra a estudiar al CETIS, porque era una de las pocas opciones para cursar el bachillerato, no olvidaba su cotorina, una chamarra regional que formaba parte él. También a varios profesores les gustaba que usara todavía ropa típica de su región y le agradaba la forma de vestir del maestro de Lectura y Redacción porque siempre iba con playeras de bandas de rock o camisas de franela, jeans y converse; era el preferido de todos los estudiantes, aun de quienes nunca habían sido sus alumnos. Ese año, al profesor le tocó ser parte del comité de vigilancia del alumnado, junto con los prefectos y otra maestra, así que casi siempre los esperaba en la entrada. Cuando él estaba no había ningún problema, lo que disgustaba a los prefectos, era porque los cuestionaba cuando trataban de regañar a los alumnos. ¿Cuál es el problema con que traigan otra chamarra, hace frío, no?, ¿Qué tiene que ella venga de pants, es el de la escuela?, ¿Qué tiene de malo que él traiga el pelo largo, acaso con el pelo corto va aprender más?, ¿Para qué le pides la credencial qué no ves que trae el uniforme? Además con la credencial no van a tomar apuntes. Por eso todos lo querían.


Al maestro tampoco le gustaba la idea de que los jóvenes fueran de uniforme, el argumento de que era para generar igualdad ya no tenía sentido; al menos, no en el bachillerato. De hecho, a muchos padres les ocasionaba otro gasto más, y como sabía que eran los últimos días en que los muchachos de primer ingreso iban sin uniforme, les pidió que el último viernes fueran como quisieran. Prácticamente iban normal, las chicas y los chicos playeras, jeans, pants, tenis, nada del otro mundo. Y les pidió que hicieran un radio bemba con sus demás compañeros de toda la escuela para que todos fueran sin el horrible uniforme escolar. Los chavos no sabían qué era eso de Radio bemba. El maestro les explicó que era pasar un rumor o información de boca en boca, y que bemba en el caribe se refería a los labios, así que su tarea era avisarle al resto que ese día fueran sin uniforme.



Estrella se levantaba muy temprano por la mañana para arreglarse y hacer sus combinaciones para terminar yéndose de pants, pero ese último viernes que tenían para ir como desearan, además de que esa era la tarea, se fue con una falda, blusa y sus botas vaqueras. Su hermana le aplaudió porque había guardado sus pants. Sus padres le dijeron que iba muy guapa y sí, Estrellita iba muy guapa, fue la estrella por su outfit, y al llegar a la escuela se encontró con los odiosos prefectos, que le dijeron que no era un desfile de modas. Ella se pasó y los ignoró, la mayoría fue como quiso. Esto inquietó a los prefectos, no concebían que no llevaran el uniforme, solo unos cuantos. El profesor llegó un poco tarde para ver lo que pasaba y lo que se imaginaba que ocurriría: no dejarían entrar a los alumnos. Ya se había armado un desmadre en la entrada, de que unos sí y otros no. Cuando llegó a la puerta preguntó qué sucedía y le dijeron que se habían puesto de acuerdo para no ir uniformados. ¿Y cómo había sucedido?, ¿Quién se los pidió? Nadie dijo que los de primer ingreso les habían pedido que fueran como quisieran, tampoco ellos dijeron que esa era una tarea, ni acusaron al maestro de ser el incitador. Aquel día, todos perdieron la primera clase porque no los dejaban pasar. El director no estuvo muy contento y llamó al profesor para preguntarle si había tenido algo que ver. Le dijo que no, que ellos eran capaces de organizarse y ese era el resultado.


Estrella fue famosa por ser la chica de las botas vaqueras. Bueno, solo ese día, porque después regresó a sus pants, pero ahora de la escuela, el que nunca soltó su cotorina fue el Panuncio y después de aquella jornada muchos alumnos ya no llevaban el uniforme completo, sólo una parte. 

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